Cada año se acumulan más de 14.000 toneladas de crema solar en los océanos de todo el mundo. Un problema que gana relevancia durante los meses de verano y la temporada de baño en las playas. Los protectores solares son altamente contaminantes para el fondo marino y sus especies debido a la composición que presentan.
Uno de los elementos que más predomina en este tipo de productos es la oxibenzona. Un filtro solar de origen químico y realizado a partir de carbono. Este filtro absorbe gran parte de la radiación UVA que una persona puede recibir en periodos de exposición solar prolongada.
Pero la realidad, es que sustancias como la oxibenzona no son absorbidas por el cuerpo humano para hacer frente a la radiación solar. Si no que, actúan como ‘’barrera’’ y se desprenden fácilmente durante el baño en las playas. Dejándolas repletas de residuos químicos.
¿Cuál es el ADN de un protector solar?
Además de la oxibenzona, existen muchos compuestos dañinos. Tanto para el ser humano como para el medioambiente. Los componentes encontrados en mayor medida en los protectores solares son:
● Dióxido de titanio: Este componente es muy utilizado en la industria cosmética para aportar aromas y olores agradables a las cremas.
● Parabenos: Esta sustancia química se emplea en los productos de belleza, como conservante. Pero su consumo, y posterior desecho en mares y océanos, provoca graves daños en el fondo marino.
● Ciclopentasiloxano: Es uno de los químicos más presentes en los mares y océanos fruto del uso excesivo de protectores solares contaminantes.
● Octinoxato: Este componente permite la rápida absorción en el cuerpo una vez se aplica el producto. Lo cierto, es que, los restos de este componente no se disuelven tan fácilmente en el medio ambiente.
● Avobenzona: Esta sustancia se aplica en los protectores solares para absorber la radiación solar que la persona recibe durante su exposición al sol.
Todos estos componentes, presentes en los protectores solares, y de origen químico, se conocen como: ‘’disruptores endocrinos’’. Es decir, inciden gravemente en nuestro sistema hormonal. Provocando graves lesiones cutáneas como: quemaduras y manchas producidas por el sol. En casos más graves: puede provocar la aparición de melanomas cancerígenos.
Expertos en cuidado de la piel advierten de qué siempre se debe usar protección solar cuando estamos expuestos a la radiación solar. Pero inciden en la importancia de usar ‘’protectores minerales o físicos’’. Tienen doble función: proteger el organismo del ser humano y el medio ambiente.
Protegerte tú y proteger el medio ambiente: Es posible.
Los protectores solares físicos prescinden de cualquier compuesto químico que pueda dañar la salud de quiénes los usan y del medio ambiente. Grandes empresas de cosmética quieren evitar problemas como lo ocurrido en la Gran Barrera de Coral Australiana. Donde ya se han prohibido aquellos protectores solares químicos que contengan sustancias nocivas para sus especies.
Dermatólogos y farmacéuticos, afirman que son igual de eficaces que uno de origen químico. Y no ocasionan efectos adversos para la salud. Son muy recomendables para pieles sensibles, o con tendencia a quemarse con facilidad.
De esta manera, se quiere acabar con los llamados ‘’contaminantes emergentes’’.
Un tipo de contaminación en auge que se produce por nuevos elementos que contaminan gravemente el planeta. Los protectores solares forman parte de estos contaminantes emergentes. Dando como resultado la malformación de especies marinas y cambios en sus comportamientos como fruto de la contaminación de sus hábitats.
Anaïs Batanero