¿Es posible un mundo sin insectos?

insectos - Pexel

Se ha reducido un 49% el número de insectos en zonas afectadas por el cambio climático y la agricultura intensiva, según un estudio del University College London (UCL). Un caso más de los efectos de la crisis climática y el aumento de la temperatura en la tierra. ¿Podemos permitirnos un mundo sin insectos? 

Por cada humano hay 1.400 millones de insectos. La gente no es muy entusiasta de convivir con ellos. Tienen mala fama, sobre todo en primavera o verano que comienza el calor, y revolotean por todos lados, como los mosquitos. Esto puede volverse muy molesto, para algunos. De hecho hay cientos de publicidades de productos para “extinguirlos”. Pero la realidad es que su papel en el ecosistema terrestre es demasiado significativo, como para que no nos importe. 

Sin insectos colapsaría la vida en la tierra

Estos animales invertebrados polinizan las flores, airean el suelo y fertilizan el terreno con los nutrientes de sus propios desechos. Según dicho estudio publicado en la revista Nature, la pérdida de poblaciones de insectos podría perjudicar a la salud humana y la seguridad alimentaria. Sin muchas de estas criaturas, la fauna y la flora se verían muy afectadas, ya que el 70% de los cultivos para consumo humano dependen de los insectos polinizadores. 

Además son los encargados de descomponer animales y plantas que han muerto. Así, darle nutrientes a la tierra para que crezcan árboles y plantas. Sin insectos los bosques desaparecerían. Por lo tanto, preservar los hábitats naturales es imprescindible. El uso excesivo de pesticidas en la agricultura intensiva es sumamente perjudicial para su conservación.

Según la Fundación Aquae si se pesan todos los insectos del mundo en una balanza, serían 300 veces más pesados que todos los humanos juntos.  Pero si todos estos se esfuman, no solo el ser humano, sino muchas otras especies se terminarían muriendo de hambre rápidamente.

Adoptar medidas concretas para frenar su extinción

Ecologistas en Acción y la Asociación Española de Entomología propusieron en febrero de este año, una serie de medidas para que tome la administración pública. Los ayuntamientos suelen encargarse de regular y controlar las podas y siegas de plantas silvestres en plena floración. Cultivar plantas atractivas para los insectos. Lo cual favorece una mayor diversidad de hábitat de polinización en todos los entornos urbanos.

Favorecer actividades agrarias sostenibles. Reducir sustancialmente el uso de biocidas. Prohibir las fumigaciones aéreas y promover buenas prácticas agrarias compatibles con los insectos.  Por otro lado, mejorar la legislación, ya que carece en lo que es el patrimonio natural. Sobre todo en la falta de protección de insectos y prohibir el uso de trampas masivas.

Por último, pero no menos importante, sensibilizar a la sociedad. Gran parte de la sociedad sigue sin apreciar la importancia de los insectos y desconoce su importancia en el ecosistema. Se busca principalmente la fomentación de la conciencia sobre la vida de los insectos en las personas.

No podemos permitirnos un mundo sin insectos

Margarita Colombo Hiriart