El pasado 14 de agosto se registró lluvia en Groenlandia, según reportaron desde el Centro de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos (NSIDC); región dónde no llovía hace más de 70 años. Los científicos se muestran preocupados y aseguran que es una prueba más del “inevitable” calentamiento global.
Que llueva no es de asombro para la mayoría de las personas, pero no es normal que suceda en esta parte del hemisferio norte. Menos aún que lo haga en el punto más alto de Groenlandia, a 3.200 metros, dónde solo nieva. Esto ocurrió porque las temperaturas superaron en un promedio de 18ºC las habituales en la región.
Como consecuencia de la lluvia, se comenzó a derretir la nieve, afectando a 872.000 km cuadrados. Hasta el momento, no existe ningún informe previo de lluvia en esta ubicación localizada en la coordenadas geográficas 72.58 °N, 38.46 ° W a unos 3.216 metros de altitud, según National Geographic.

Credito foto: National Snow and Ice Data Center/T. Mote, University of Georgia
La lluvia en Groenlandia fue causada por la alta presión de aire
Se produjo una alta presión al sureste de Groenlandia, que se combinó con un fuerte centro de baja presión al oeste de la región. Ambas fuerzas soplaron aire caliente y húmedo, lo cual aumentó las temperaturas y provocó que la nieve se transformara en lluvia, explicaron los expertos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo.
La creciente frecuencia de calentamiento y derretimiento en el Ártico es evidencia real del calentamiento climático en Groenlandia, explicó Thomas Mote, científico del clima, al The New York Times.
Si se derritiera todo el hielo de Groenlandia, el nivel del mar aumentaría unos 6 metros
Actualmente la masa de hielo de la isla se está fundiendo más rápido que en los últimos 12.000 años. El nivel del mar ya está aumentando. Para fines de siglo crecerá hasta 100 cm más, según el último informe del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático). Esto terminaría obligando a más de 200 millones de personas a desplazarse.
Las actividades humanas provocan emisiones de carbono que están calentando nuestro planeta. Un mayor calentamiento incrementará el deshielo del permafrost, así como la pérdida de la capa de nieve estacional, el derretimiento de los glaciares y los mantos de hielo y la pérdida del hielo marino del Ártico en verano.
Es necesario del compromiso de los principales gobiernos del mundo para evitar que estos cambios se vuelvan irreversibles. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero debería ser una de las prioridades en la agenda gubernamental mundial.
Margarita Colombo Hiriart