Uruguay promueve la producción de vinos ecológicos

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Uruguay promoverá el cultivo de vinos ecológicos 100% . Así lo ha hecho saber Eduardo Félix, jefe de asesoría técnica del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi).  El proyecto que lleva en vías de desarrollo desde 1997, fue en 2019, cuando empezó a despegar con 54 viñedos. Actualmente, el proyecto abarca 104 viñedos.

El plan de Inavi, tiene como objetivo acabar con las prácticas comerciales dedicadas a la producción abusiva de uva para la realización del vino. De la misma manera, quieren acabar con el uso de los pesticidas en el sector. Su principal misión es producir vino sin necesidad de dañar el medio ambiente. 

Entre otros aspectos dónde trabajarán duramente, es sobre la prohibición de herbicidas altamente contaminantes en los procesos de producción de vinos, como lo es el paraquat, que es altamente tóxico y se utiliza para controlar malezas. Lo que se busca es que la uva producida esté totalmente libre de contaminación por productos tóxicos. 

El cultivo “inocuo es la gran apuesta uruguaya de vinos ecológicos

La apuesta del país por este método de producción ha supuesto una revolución para el mercado de los vinos. La iniciativa está activa desde 1997, pero empezó a ejecutarse en los últimos años, y ahora cuenta con etiquetas que acreditan la sostenibilidad de los vinos producidos en la región. Esta acreditación de “vinos sostenibles”, ya se ha extendido por 16 bodegas del país.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), planteó en 2018, 20 acciones que abarcan mejorar la salud del suelo y restaurar la tierra y hacer frente y adaptarse al cambio climático.

Se estima que la producción de una botella de vino de 750 ml  puede dejar cerca de 2,17 kilogramos de CO2 en la atmósfera, dependiendo de las prácticas de producción, packaging y otros factores. 

*Esto es lo equivalente a conducir un auto pequeño a gasolina por unos 20 a 30 kilómetros.

Además, afecta la pérdida de biodiversidad y ecosistemas en zonas cercanas a los viñedos. 

Diversos estudios han demostrado cómo algunas variantes de vinos, tienen un mayor impacto medioambiental que otras. El vino blanco tiene un mayor impacto medioambiental, porque su tiempo medio de refrigeración, es más alto al vino convencional (tinto), aunque esto varía también si los métodos de producción de un tinto están más controlados. 

La producción de vinos sostenibles, puede reducir el impacto medioambiental, hasta un 0,27% por cada botella que se produce, frente a una producción tradicional. 

Los criterios para una producción de vinos ecológicos depende de cada región

Las normativas que determinan si un vino puede considerarse ecológico o no, varían dependiendo del país o región. En líneas generales algunos de los criterios que se analizan son: 

  • Está prohibido el empleo de la uva dañada en el proceso de vendimia
  • Los métodos de distribución empleados, que sean lo más eficientes posibles. 
  • Los niveles de carbono deben ser mínimos.
  • No se utiliza maquinaria durante los procesos de siembra y recolección. Todo el proceso es manual.
  • Se utilizan abonos naturales para los viñedos y el manejo del suelo en general debe ser natural, y sin el uso de pesticidas o herbicidas.
  • Se debe fomentar el crecimiento de la diversidad dentro y alrededor del viñedo.
  • El control de rendimiento es fundamental para evitar la sobreproducción y así obtener vinos de calidad.
  • El control de calidad se realiza en toda la cadena productiva, no solo durante el proceso de elaboración.

Una de las grandes diferencias, también, respecto a los vinos convencionales es su acreditación. Los vinos elaborados dentro de un marco ecológico deben estar acreditados con el sello de producto ecológico. Así como, también, del sello del organismo certificador del país de origen. 

De esta misma manera, se aboga por el consumo responsable, pero también por el compromiso medioambiental. Un vino producido de manera intensiva, pone en peligro la autenticidad del mismo y su calidad.

Anaïs Batanero