El plástico de un solo uso debe desaparecer en 2021. El Parlamento Europeo ha decidido que a partir de esa fecha estará prohibida la venta de productos como sorbetes, bolsas o cubiertos de plástico.
En 2015, la producción de plástico alcanzó las 380 millones de toneladas, según Greenpeace. Además, cada año se producen 500 mil millones de botellas de plástico, un producto claramente sustituible. Según la Comisión Europea, el 85% de la basura encontrada en el mar es plástico, generalmente de un solo uso. Entre ellos, cigarrillos, tazas de un solo uso, botellas de plástico o pañales. Residuos que, asimismo, no deberían ser tirados al mar.
Para poder fin a los plásticos es esencial dejar de utilizar todos aquellos productos que ya forman parte de nuestro día a día, pero que, aunque no lo creamos, tienen una alternativa. Existen otros productos de un solo uso que se han comercializado de manera habitual sin pararnos a mirar sus contra indicaciones y el daño que suponen para el medio ambiente como es el caso de las toallitas húmedas o las compresas higiénicas. Su mal uso está perjudicando a gran parte de nuestros recursos.
Aún así, la mayor parte de los plásticos se encuentran en los envases. Los más habituales son los envases de frutas y verduras. Estos envases, totalmente innecesarios, suponen el 40% de la producción según Greenpeace.
¿Cómo dar el paso? ¿Cómo cambiar la forma de consumo para poner fin al plástico de un solo uso? Te lo contamos:
- Reemplazar el papel film
Las alternativas pueden ser diferentes. La tela encerada, papeles de diferentes tamaños encerados con cera de abeja que ayudan a mantener los alimentos sin necesidad de taparlos con plástico. Otra solución son las tapas de silicona, útiles para tapar diferentes boles o platos, e incluso sirven con líquidos.
- Evitar el plástico para envolver el almuerzo
Las bolsas reutilizables son una buena solución para envolver bocadillos o llevar fruta en su versión bolsa. También puede ser útil la tela encerada.
- Olvidarse del plástico para la compra
Las bolsas de malla reutilizables. Con ellas puedes coger los alimentos a granel y pesarlos sin necesidad de recurrir a las bolsas de plástico o a los envases.
- Apostar por nuevas alternativas
Al fin y al cabo se trata de un proceso, por eso, debemos ir comprando productos que nos alejen del plástico. Algunos de ellos son los sorbetes de metal o silicona, los cubiertos de bambú, los tuppers de bambú y, una de las más importantes, las botellas de agua de vidrio o metal.
Es posible encontrar el equilibrio, puesto que evitar por completo el uso de estos plásticos de un solo uso es realmente complicado. Al fin y al cabo, el equilibrio se encuentra entre el uso mínimo de plásticos combinados con gran parte de productos ecológicos y de larga duración que ayuden a contrarrestar el impacto que suponen. Además, de hacer un buen reciclaje de los productos que tardan más en degradarse. Poco a poco conseguiremos un mundo más sostenible.
Laura Valverde
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