Una ley impulsada por Pablo Villegas y aprobada por unanimidad pretende proteger los ecosistemas marinos del Canal de Beagle prohibiendo la cría de salmones. Con esto, se busca acabar con los peligros que genera la cría masiva de salmón en aguas del canal. Así, Argentina se convierte en el primer país del mundo en tomar medidas sobre esta actividad.
El Canal de Beagle se ubica en Tierra del Fuego, entre Argentina y Chile; dos territorios con políticas muy distintas respecto a la pesca de salmón. Considerado uno de los mayores sumideros de carbono, el Canal de Beagle es la zona latinoamericana más perjudicada por la cría masiva de salmones.
Los daños que genera la cría de salmones
La cría de salmones en este sitio se lleva a cabo en grandes jaulas submarinas de dimensiones considerables – una jaula es equivalente a un campo de fútbol (120 metros de largo por 45 de ancho) y se sumerge a una altura de 15 pisos -. Esto deja grandes daños en el fondo marítimo como la alteración de ecosistemas marinos, la aparición de algas tóxicas y la muerte de algunas especies que habitan en el lugar.
Además, numerosas empresas dedicadas a la pesca de salmón también se han visto involucradas en los problemas que deja la producción de la especie con el uso indiscriminado de antibióticos para la conservación de estos.
Esta ley supone: “Una apuesta a favor de la vida y de actividades económicas”– así lo afirma el legislador Villegas. Según informa, la aprobación de esta ley dará lugar al compromiso y la conservación del territorio. También ayudará a enseñar a las generaciones más jóvenes a respetar el medioambiente y traerá beneficios al turismo. Responsables de Greenpeace también defienden la norma y ponen de relevancia la valiosa calidad de los mares patagónicos y la función que tienen para el planeta. Chefs como Narda Lepes y Francis Mallmann ya han retirado este manjar de sus restaurantes en compromiso con la nueva ley.
Chile y la problemática medioambiental
En abril el país registró la muerte de 5.000 toneladas de salmones asociada a la sobreproducción de algas nocivas, y con ello, la falta de oxígeno en aguas dedicadas a la cría de salmones. El presidente de la asociación Salmón Chile, Arturo Clement, en declaraciones al Diario El País, niega el impacto que pueda ocasionar la producción de salmones, alegando que «El cultivo se deja descansar hasta que se recuperan los fondos marinos».
Se estima que la cría de salmón en el país chileno genera cantidades próximas a los 5.000 millones de dólares al año y se sitúa como el segundo exportador de salmón del mundo.
Expertos submarinistas chilenos reconocen la grave situación que la producción y pesca de salmones ha dejado en Argentina y aseguran que si Chile no aplica medidas contundentes como Argentina, verá perjudicada gravemente sus aguas y sus ecosistemas marinos.
Anais Batanero