El 24 de febrero comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania. Como todo conflicto bélico, las consecuencias sociales están siendo evidentes, pero ¿qué impacto ambiental dejan las guerras? Según el gobierno ucraniano, existe riesgo de contaminación nuclear en el país. El viernes a la madrugada la central de Zaporiyia se vio afectada por un incendio, un peligro que tendría implicaciones ambientales en toda Europa.
Las guerras han dejado y siguen dejando su huella. Destrucción de urbanizaciones, heridos, muertes y grandes daños económicos. Víctimas hay miles, pero una de las más olvidadas es el medio ambiente. Hay grandes efectos que sufren los ecosistemas y su biodiversidad en períodos de guerra.
No fue hasta el 2001 que la ONU declaró el 6 de noviembre como el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados. ¿Por qué tan tarde? Básicamente, siempre ha sido la víctima desconocida y descuidada de la guerra.
El riesgo nuclear entre Ucrania y Rusia está latente
Ucrania es de los países que más dependen de la energía nuclear. Actualmente el país posee 15 reactores nucleares. Tal como pasan los días, la cercanía de los rusos a estas centrales supondría un riesgo nuclear. De hecho, en el país ya vivieron el desastre nuclear más grave y conocido de la historia: Chernóbil. Si bien han pasado 36 años, los científicos estiman que la zona no será habitable hasta dentro de 20 mil años más.
El miedo de un posible accidente radiactivo con catastróficas consecuencias aumenta. Si bien se pudo controlar el fuego de la central ucraniana atacada, el riesgo continúa. Desde Ecologistas en Acción señalan que los 6 reactores de la central nuclear de Zaporiyia están a sólo 157 kilómetros de la frontera con la península de Crimea, origen de dónde comenzó la guerra el 24 del mes pasado.
Puede sonar un tanto frívolo hablar sobre la salud del medio ambiente cuando hay miles de personas que están sufriendo. Asimismo, nuestro planeta no deja de verse afectado en tiempos de guerra, tampoco deja de ser la casa de todos los habitantes de este mundo.
La explotación de los recursos naturales, una de las causas de las guerras
Con tal de tener ventaja militar, pareciera que las grandes potencias hacen de todo. La contaminación del agua, quema de humedales y cultivos, deforestación y contaminación del aire, son algunos de los efectos de la guerra sobre el medio ambiente.
Más de 1,6 millones de munición de las Guerras Mundiales aún permanecen en la zona alemana de los mares del Norte y Báltico. La guerra de Afganistán ha provocado el 95% de la deforestación de todo su territorio. En Vietnam, durante el conflicto, el gobierno estadounidense utilizó el agente naranja: un herbicida y defoliante que terminaba rápidamente con enormes extensiones vegetales.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que el 40% de los conflictos a nivel mundial se han vinculado a la explotación de los recursos naturales. Oro, madera, petróleo, además de recursos menos abundantes como la tierra fértil o el agua. La paz en el tiempo no es posible si los recursos naturales que sostienen los ecosistemas son destruidos.
Se quiera o no el medio ambiente siempre estará por medio de las guerras. Es el tablero de ajedrez, donde se hacen todas las jugadas. El problema es que este no tiene reemplazo.
Margarita Colombo Hiriart