Hace unos meses MITECO aprobó la inclusión del lobo ibérico en el LESPE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial). Ahora, se busca “aprobar cuanto antes” la Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo. Así se podrá destinar dinero en acciones preventivas y pago de daños por ataques. Aun así, Comunidades Autónomas como Castilla y León no apoyan tal medida.
Desde hace siglos, el lobo carga con mala fama y es el antagonista de cuentos infantiles como Caperucita roja. Se lo representa como una especie feroz que destroza todo a su paso. Grupos ecologistas llevan años intentando revertir esto y mostrarlo como el animal noble que aseguran que es.
Evolución de la caza del lobo ibérico
Este animal se podía cazar indiscriminadamente, con cualquier método y todo el año, por orden del Rey Carlos I en 1542. A tal punto se tomó esta palabra que durante la dictadura de Franco, el lobo ibérico estuvo a poco de extinguirse. No fue hasta 1970 que el naturalista y divulgador ambientalista Félix Rodríguez de la Fuente logró que el lobo fuera considerado una especie cinegética, es decir, que no se podría cazar bajo cualquier método, ni todos los meses del año, explican en LaSexta.
Desde ese momento, el lobo se ha cazado en el país de forma regulada. Situación que los ecologistas ven como excesiva, mientras que a una gran parte de los ganaderos les parece insuficiente. Actualmente, el Gobierno busca prohibir la caza de lobos en todo el territorio, pero en las Comunidades Autónomas que más predomina esta especie no quieren aceptarlo.
Fernando Rodriguez, un ganadero de Zamora, plena zona lobera, cree que la convivencia entre el lobo y el ganado es posible. Él elige tener perros mastines para cuidar a sus ovejas y vacas. Si bien le cuesta alrededor de 7000 € al año, asegura que es la opción para poder convivir con el lobo sin tener que cazarlo. “El lobo regula mucho la naturaleza, limpia los campos. Se come animales muertos o enfermos”, le explica Fernando a LaSexta.
Por otro lado, los ganaderos que sí están a favor de la caza no entienden este punto de vista. Según ellos, estos animales no respetan nada y matan todo lo que encuentran. Es verdad que ellos viven de sus animales, y si son atacados, pierden dinero. Por eso es el Estado quien tiene que hacerse cargo y recompensar esta pérdida monetaria.
Garantizar su conservación y lograr la coexistencia con la ganadería
La organización WWF ha creado un manifiesto de cinco puntos que resume los beneficios que esta emblemática especie aporta a la sociedad y a la naturaleza. El lobo es un depredador de la cúspide de la cadena trófica. Por lo tanto, es un regulador de los ecosistemas. Cuando este animal desaparece o es eliminado, este ecosistema se desequilibra y las poblaciones de sus presas crecen sin límite. Su vida importa.
Es necesario que se aprueben los planes de conservación del lobo ibérico. También cambiar el modelo de gestión, para que permita su coexistencia con la ganadería y el mundo rural. Todos deberíamos ser capaces de valorar lo bueno que puede aportar esta especie a nuestro planeta. Debemos garantizar su protección y conservación, teniendo en cuenta su coexistencia con las actividades humanas.
Margarita Colombo Hiriart