Hace unos días la Comisión Europea propuso limitar la exportación de residuos en la Unión Europea. Solo se podría transportar desechos si estos países aceptan expresamente y demuestran que son capaces de darles a estos una nueva utilidad. Esta propuesta aún no fue aprobada.
Tal es el volumen de desechos que se generan que debemos transportarlos a otros países. En el 2020, la Unión Europea exportó casi 33 millones de toneladas de residuos e importó otros 16 millones, según estadísticas de Eurotast. El problema ahora está en que esta basura podría generar un “riesgo” tanto al medio ambiente como a la salud pública de las naciones que los reciben. Sobre todo si estas no tienen las herramientas suficientes para afrontarlo.
Es por eso que la idea de la Comisión Europea es solicitar información a las autoridades del país receptor de desechos para saber cómo los trataría. A su vez, las empresas europeas que los transporten tendrían que hacer una auditoría independiente para demostrar que sus instalaciones tratan estos residuos respetando a l medio ambiente.
Hacerle frente a la exportación de residuos ilícita
Se han propuesto medidas para combatir el comercio ilegal de desechos y reducir la delincuencia medioambiental.“Las campañas policiales coordinadas indican que entre el 15 % y el 30 % de los traslados de residuos podrían ser ilegales” y esto se debe a que las empresas consiguen eludir las normas debido a los vacíos legales.
Por un lado, se quiere crear un grupo de control de la conformidad de los traslados de residuos de la UE. Éste deberá mejorar la cooperación y la coordinación contra los transportes ilícitos de residuos. Estará compuesto por autoridades medioambientales, aduaneras, policiales y otras autoridades nacionales de inspección pertinentes, así como de redes policiales europeas e internacionales.
Además se reanimarán las normas existentes sobre sanciones administrativas contra los traslados ilícitos. Es necesario que haya criterios comunes para determinar los tipos y niveles de las sanciones, para que se apliquen de manera más coherente en toda la UE.
Pero, ¿Qué sucederá con toda la basura que no se puede exportar? Desde la Comisión dicen que se aplicarán las nuevas medidas tres años después de que entre en vigor el nuevo reglamento. Así habrá suficiente tiempo para llevar los flujos de residuos hacia un tratamiento más sostenible. El fin de esta propuesta es procurar que la exportación solo se lleve a cabo cuando haya garantía de que los desechos se gestionan respetando nuestro planeta.
Margarita Colombo Hiriart