Según la última actualización de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), un tercio de las especies de tiburones en el mundo se encuentran en peligro de extinción. ¿La razón principal? La sobrepesca. Se encuentran en extrema vulnerabilidad a la sobrepesca porque su crecimiento es muy lento y no tienen muchas crías.
Los tiburones son una de las especies más temidas por el ser humano pero la realidad es que la cantidad de muertes ocasionadas por estos animales anualmente es demasiado baja para toda la mala fama que acarrean. El año pasado se reportaron un total de 120 ataques de tiburones a humanos, según el informe anual del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF) de la Universidad de Florida (EEUU).
Parece que este miedo está contribuyendo indirectamente a su desaparición en nuestros océanos. Según National Geographic, los seres humanos se preocupan más por aquellas especies que despiertan algún grado de empatía. Los tiburones no serían el caso.
La sobrepesca es la principal amenaza de las especies oceánicas
Los tiburones son muy sensibles a la sobrepesca dada su tendencia a la madurez tardía y su baja tasa de reproducción, según la UICN. Estos animales muchas veces quedan atrapados en las redes de pesca. “Sobre todo se quedan atrapadas las crías en los agujeros de la red. Suele pasar que cuando los pescadores ven tiburones atrapados, en lugar de devolverlos al agua, los dejan morir», asegura la Dra Marianne Bizzozzero.
En la mayoría de los casos, las capturas de los tiburones ni están reguladas ni son sostenibles. Se podría decir que en muchas aguas no existe la ley, se vuelve muy difícil de controlar que es lo que está sucediendo durante la pesca intensiva. Los investigadores que participaron del informe del UICN acusan a los gobiernos de no seguir los “consejos científicos” para minimizar la mortalidad y terminar de una vez con la explotación insostenible.
Los efectos de la crisis climática se ven reflejados en la extinción de los tiburones
A los problemas de la sobrepesca, se le suma el cambio climático. Cuando cambian las corrientes, los tiburones se acercan más a las costas. Como resultado, salen a matarlos y pescarlos.
Su sobreexplotación ha desbordado la gestión eficaz de los recursos, según el análisis, además de la destrucción progresiva de su hábitat por los efectos del cambio climático y la contaminación. “Otro punto que agrava la situación es la agricultura convencional, que contamina el océano. Los pesticidas terminan en el agua, cambiando los niveles de oxígeno y creando un hábitat no habitable”, explica la Dra. Bizzozzero.
En conclusión, para evitar que desaparezcan estas especies y se siga dañando su ecosistema, la UICN sugiere establecer límites a la pesca basados en la opinión de los científicos. De todas maneras, hace ya décadas que la vida de los tiburones se encuentra en peligro y parece que no se hace nada al respecto.
Margarita Colombo Hiriart