Un nuevo impuesto textil obligará a las empresas de moda españolas a reciclar las prendas que no vendan

Un nuevo impuesto obligará a las empresas españolas dedicadas al sector textil a reciclar aquellas prendas que no vendan. De esta manera, se quiere

Un nuevo impuesto textil obligará a las empresas españolas dedicadas al sector de la moda a pagar para reciclar aquellas prendas que no vendan. De esta manera, se quieren reducir los residuos textiles para evitar el grave impacto que deja el sector en el medio ambiente. La medida forma parte de la nueva Ley de Residuos y entrará en vigor el próximo año. Este impuesto también afectará a los precios de las nuevas prendas que el sector produzca.

‘‘En España, se desechan alrededor de 900.000 toneladas de prendas anuales como resultado de los excedentes de producción. De esas toneladas, apenas un 12% se reutiliza”.- Según informa la revista Es Moda.

Las empresas fabricantes de ropa tendrán que pagar un impuesto textil para reciclar la ropa que sobre

El gobierno español pide a las empresas que utilicen tejidos de fácil reciclaje y que prescindan de grandes ornamentaciones o abalorios que puedan imposibilitar el reciclaje de las prendas. Estas tendrán que pagar una “ecotasa” al gobierno para que se reciclen los excedentes. De este modo, se reducirán los residuos textiles.

El sector textil está considerado la segunda industria más contaminante del planeta. 

Por ejemplo: un kilogramo de poliéster– el material más utilizado por esta industria- emite 3,3 kilos de dióxido de carbono y consume alrededor de 20 litros de agua. Se estima que la destrucción de una prenda de esta industria puede desprender microplásticos con un poder contaminante similar a 3 bidones de petróleo.

Uno de los mayores problemas de la industria fast-fashion es no saber qué hacer con estos excedentes si estos no se destruyen. El desierto de Atacama (Chile), es uno de los lugares más afectados por las consecuencias de la sobreproducción textil.

La sostenibilidad en el sector textil

La problemática en Chile es una de las muchas consecuencias que deja la excesiva producción del sector. Por otro lado, países como Argentina o México apuestan por una producción sostenible. Algunas empresas de estos países ya confeccionan prendas a partir de fibras obtenidas del mate y la kombucha.

Países como Irlanda, Alemania o Países Bajos destacan por su interés en el comercio de segunda mano. De esta manera, se contribuye a darle un ciclo de vida más largo a prendas que quedan obsoletas. La Unión Europea, por otro lado, ya trabaja sobre la elaboración de nuevas etiquetas en las prendas que puedan informar al consumidor de cuán sostenible es un producto.

Anaïs Batanero