¿A qué acuerdo llegó la COP26? Esperemos que no sea solo un bla, bla, bla…

Terminó la COP26 y medios, ecologistas y activistas ya la tildan de fracaso. Se ha llegado a un acuerdo muy flojo que deja cada vez más lejos el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales.

Otro año, otra cumbre climática. En los últimos días hemos oído hablar de negociaciones para hacerle frente al cambio climático. Líderes del mundo reunidos defendiendo sus intereses, negacionistas del calentamiento global y jóvenes activistas exigiendo soluciones. Pero, ¿a qué acuerdo ha llegado la COP26? 

La respuesta de muchos medios, ecologistas y activistas no es buena. De hecho ya tildan a la COP26 como un casi absoluto fracaso. Cada vez se ve más lejano lograr el objetivo principal del Acuerdo de París: limitar el calentamiento global a 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales.

Debido a la falta de consenso se tuvo que extender la COP26 más de lo previsto para pulir  el texto final. Lograr un acuerdo fue más difícil de lo que esperaban. A decir verdad, a pesar de las grandes promesas esperadas, la hoja de ruta definitiva para frenar la crisis climática es bastante floja.

Cronología de un acuerdo que debió ser más exigente

Estos textos suelen pasar por varias instancias, se parte de un primer borrador, en el cual se va trabajando. Este primer borrador de Glasgow, se publicó el miércoles y dejó mucho que desear. Para el coordinador de energía y clima de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, este no contenía nada nuevo, todo lo que mencionaba ya lo sabían antes de la COP.

Normalmente el primer texto suele ser muy ambicioso y se va “debilitando” en cada revisión. Por lo tanto, que haya sido tan débil en un principio, fue solo augurio de un posible fracaso. Según el comunicado de Greenpeace, los activistas se encontraron sumamente preocupados ya que no era un plan para resolver la crisis climática. Además de ser muy corto (850 palabras), asuntos claves no aparecieron.

Por ejemplo, la financiación, recien el día sábado 13 se presentó otro borrador, que insta a los países desarrollados a duplicar la financiación  de los paises en desarrollo para el 2025. Se necesitaba mucha más exigencia en esta parte. Incluir cifras reales, un plan de ejecución para que los paises ricos hagan de soporte de los paises más necesitados. 

El acuerdo final pedía a gritos incluir la eliminación de los combustibles fósiles para lograr la justa transición hacia las energías renovables. Esta cuestión no ha resultado sencilla, ya que paises como Australia, Rusia, Arabia Saudita y China, grandes productores de petróleo, carbón y gas, trataron de erradicar del borrador lo mencionado sobre los combustibles fósiles.

El acuerdo de la COP26 es débil en cuanto al futuro de los combustibles fósiles

Es verdad que el debate sobre “qué hacer con el carbón” es nuevo. Muchos pactos de Glasgow han logrado poner una fecha para el cierre de 370 centrales de carbón y no avanzar con la construcción de otras 90 plantas, según el análisis de CREA (Centre for Research on Energy and Clean Air).

Con respecto a los subsidios de los combustibles fósiles, los países tendrán que dejar de subvencionar a las empresas más contaminantes. Aun así, su mención en el texto es de un único párrafo, y reducida a una mera recomendación: “aumentar sus esfuerzos para abandonar los subsidios ineficientes del carbón”.

En resumen, la eliminación progresiva de las subvenciones al carbón y a los combustibles fósiles sigue siendo muy débil. Muchos países siguen luchando por sacar directamente estos temas del acuerdo final, pero si sucede tendrán que darle una explicación, no sólo a los miles de jóvenes activistas, sino al mundo entero que tiene los ojos puestos en Glasgow. 

Entonces tenemos un texto aprobado  que es débil. Como expresó Irene Rubiera, portavoz de Ecologistas en Acción, “No hay ningún verbo en el texto que genere una vinculación legal, es decir, una obligación de los países a actuar, son todo invitaciones, recomendaciones y ruegos”. Faltan no solo tiempos exactos de acción, sino un compromiso real con la financiación. Pareciera ser que, una vez más, están pateando la pelota para la COP del próximo año. Mientras tanto nuestro planeta seguirá padeciendo, y esperemos que resistiendo, el mal accionar humano. 

Margarita Colombo Hiriart